¿Por qué hablamos de atención a la diversidad?

Muchas veces a ciertos profesores se les escucha mencionar la expresión «atención a la diversidad». Solemos dar por sentado qué significado tiene y, seguramente, muchas veces no reparemos en su trasfondo. Es más, puede que algunas personas no sepan en ninguna medida por qué se emplea esa expresión. Por tanto, como profesor de filosofía y porque nunca está de más explicar estas cosas, haré una breve presentación de aquellas ideas que dan origen y fundamento a la idea de la «atención a la diversidad». Para ello me apoyaré en un texto de Pilar Arnaiz que se llama Sobre la atención a la diversidad (2003).

LA DIVERSIDAD

Es evidente que la «atención a la diversidad» surge a partir de una coyuntura social concreta, que se caracteriza por tener ciertas características, las cuales están a su vez relacionadas entre sí: el crecimiento de la población mundial, el fenómeno de la globalización, el actual sistema económico y las diferencias biológicas consustanciales a pertenecer a la raza humana.

Los dos primeros ámbitos han provocado, evidentemente, una conexión muy estrecha entre las diferentes culturas, generando nuevo tejido social y, como consecuencia, nuevas relaciones entre las personas. En lo que refiere al reparto de los recursos, se han establecido diferentes clases socio-económicas y, por ende, esto marca la identidad de cada uno de los individuos envueltos en ellas. Por último, hay evidentes diferencias biológicas entre los seres humanos (de sexo, de color, etc.). Con lo cual, es posible ver la variedad que reina en la sociedad.

¿Hay algo que defina mejor esta complejidad de identidades, tanto individuales como colectivas, que el término «diversidad»?

ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Pilar Arnaiz menciona que la palabra «diversidad» nos ayuda a concentrar una serie de nociones e ideas con respecto a la cultura y la identidad, pero que nos permite saltarnos los sentidos peyorativos u ofensivos con los que nos pudiéramos referir a ellas. En ese sentido, la «atención a la diversidad» no es una idea neutra, sino que es un enfoque que hace hincapié en la «diversidad» como algo a celebrar. Es decir, que la multiplicidad de identidades distintas no es algo que debamos rechazar, sino aceptar y ver de forma positiva, respetando la diferencia y estableciendo que puede aprenderse algo bueno de ella.

Dicha perspectiva, la de atender a la diversidad, pretende generar un aura de aceptación de las condiciones sociales y culturales que generan la variedad de identidades. En lo que respecta a la educación, se pone el acento sobre que los recursos, correctamente empleados, permitan atender esta diversidad, así como ayudar en la carga que tiene que llevar el profesor para facilitar las cosas a sus alumnos.

Los valores morales en los que se sustenta este enfoque de «atención a la diversidad» se refieren a la DUDH (Declaración de los Derechos Humanos). Pilar Arnaiz, concretamente, describe los siguientes: libertad, justicia, igualdad y dignidad humana. Aunque otros muchos los comparten. No es raro, por tanto, que haya profesores que hagan hincapié en el DUA (Diseño Universal para el Aprendizaje), que recoge la necesidad de elaborar el currículo de tal manera que implique a absolutamente todos los alumnos.

En ese sentido, el objetivo de la «atención a la diversidad» es generar las condiciones materiales y personales que aseguren un desarrollo personalizado a todos y cada uno de los estudiantes dentro de todas sus diferencias, tanto culturales o identitarias, como físicas y referentes a la discapacidad. Existe una pretensión de inclusión total, en la que se trata el espacio educativo como aquel lugar donde todos los jóvenes se relacionan entre sí y se desarrollan juntos como ciudadanos de la comunidad en la que residen.

Es por ello que no hay que identificar la «atención a la diversidad» con la «integración», que implicaría una «exclusión» previa, sino con la «inclusión», en la medida en que es entendida como una formación común que se da de inicio bajo los valores mencionados.

CONCLUSIÓN

Si tuviera que quedarme con algo de lo dicho hasta ahora, considero importante identificar la «atención a la diversidad» no como algo dedicado exclusivamente a las personas con ciertas cualidades (las cuales pueden hacer que se vean excluidos), sino con un enfoque con una serie de valores definidos y cuya pretensión es convertir el espacio educativo en el lugar donde todos los alumnos puedan desarrollarse independientemente de sus características personales. La «atención a la diversidad» es una forma de afrontar transversalmente todas las materias y actividades educativas, de tal forma que se ayude en la inclusión de todos y cada uno de los alumnos. Que todos puedan aceptarse y ver esa diferencia como algo positivo.

Sin mucho más que decir, dejo la referencia de Arnaiz abajo para quien quiera profundizar en su texto y os mando un abrazo a todos.

 

REFERENCIAS

-Arnaiz Sánchez, Pilar (2003): Sobre la Atención a la Diversidad, Universidad de Murcia.