El lenguaje no sexista e inclusivo busca ganar un espacio en las universidades

“La universidad de todes” se lee en uno de los afiches del proceso de admisión que la U. Tecnológica Metropolitana (UTEM) ha hecho circular durante este verano. Un reflejo de la atención que algunas casas de estudio le están prestando al lenguaje no sexista e inclusivo.
Una tendencia que no es nueva pero que ha resurgido con mayor fuerza en el último par de años, Fue, en especial tras las marchas multitudinarias de movimientos feministas y en contra de la violencia de género, cuando el uso de la “e” para declinar los adjetivos y sustantivos se hizo notorio.

      
Se escuchó hablar entonces de “alumnes” o “amigues”. Con anterioridad, algunos ya buscaron favorecer una mayor inclusión, pero dentro de la norma, recurriendo al desdoblamiento o doblete, como en “chilenos y chilenas”. Pero otros ya ofrecían propuestas más radicales, cambiando las bases gramaticales con el uso de la “a” y la*x” para dar un giro más neutro al lenguaje. Y lo mismo han intentado con “*” (asterisco) o “_” (guion bajo). Desde el año pasado, la periodista Macarena García, profesora en un diplomado de literatura infanlil en el Instituto de Estética dela U. Católica, realiza algunas clases de posgrado en lenguaje inclusivo.
“Al principio me hacía ruido la “e” y usaba el doblete; pero es poco eficiente en términos de economía lingúística”. Fue asíque, contra su apreciación inicial, comenzó a “e”. “Tiene la gracia de desmarcar los géneros, que es lo que se está buscando.


Me parece que es el mejor camino”, Pese a la buena recepción de los alumnos, “a mucha gente le molesta el tema, Esa es una razón por la que creo que no hay que presionar un cambio que va a venir de todas formas”, opina.


En la UC no existe una normativa al respecto, pero al igual que en otras uni versidades, sí se ha dado una discusión sobre cuáles son las estrategias inclusivas más adecuadas desde un contexto institucional, cuenta Alejandra Meneses, jefa del Departamento de Didáctica de la Facultad de Educación.


Además del desdoblamiento, “una estrategia extendida es buscar un léxico genérico, expresiones en que no se haga distinción de género”, por ejemplo, hablar de “ciudadanía” en vez de “ciudadanos y ciudadanas” Así  lo ha hecho la U.


De Chile, en donde se han enviado instructivos de lenguaje inclusivo, con palabras de género neutro (como estudiante, en vez de Alumno o alumna). “Se han repartido por las facultades e incentivado su uso, pero no es una norma”, según explican desde comunicaciones.


En la misma línea, el Ministerio de Educación lanzó hace dos años un manual con orientaciones para un uso de lenguaje no sexista e inclusivo, pero cuyo uso queda a libre disposición, Quien dio un paso más adelante fue la U. Diego Portales. Tras la toma feminista de 2018, se acordó que sería válido el uso de lenguaje inclusivo en trabajos, pruebas escritas e interrogaciones orales.Por entonces, surector, Carlos Peña, precisó a “El Mercurio” que este acuerdo no buscaba “prescribir el uso de determinadas grafías —como la arroba, la x, o alentar su uso o permitirlo más allá de su espontánea aceptación social, sino instara que no se empleen formas lingúísticas excluyentes o discriminatorias”. Experiencia trasandina Medidas similares han tomado al menos nueve universidades argentinas en el último año. Alí, la tendencia comenzó la par con el movimiento local y actualmente se permite para diversos usos, incluso en exámenes y tesis. Así ocurre en la U, Nacional de Rosario. “Fue una resolución tomada por el Consejo Superior, máximo órgano de gobierno, casi por unanimidad (hubo una abstención)”, cuenta Luciano Fabbri, coordinador del área de género y sexualidades (Agesex) de la universidad. “Más allá de que no hay una postura homogénea encel estudiantado, hay una recepción favorable, Pero ha generado debate en muchos ambientes; hay quienes consideran que devalúa la supuesta superioridad del saber académico y científico. Intentan banalizar un debate que es profundamente político y cultural”, enfatiza. De hecho, para muchoscse trata de una postura generacional que no puede pasar inadvertida. “Es un tema muy potente y vigente en la relación con los estudiantes”, dice Meneses, quien además es miembro de la Academia Chilena de la Lengua. “En la medida que estamos viviendo profundas transformaciones sociales y culturales, estas tienen repercusiones en la manera cómo construimos discursos”. De todas maneras, el diálogo está abierto, agrega. “Desde una perspectiva lingúística, el tema no está resuelto. Estamos observando y todo depende de lo extendido de su uso; las lenguas cambian, pero estos cambios son lentos”.

Mirada oficial La Real Academia de la Lengua Española (RAE) ha enfatizado que el uso de la a” o delas letras “e” y “x” como “supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español”. El viernes, su máximo directivo, Santiago Muñoz Machado, dijo en una conferencia en Cuba que si el “todes” se impone entre los hispanohablantes, la RAE no tendrá más remedio que asimilarlo. Sin embargo, aseguró que por ahora se trata de una “extravagancia que no facilita la comunicación”.