Colegios en riesgo de cierre pasaron 26 meses sin apoyo focalizado
La ayuda llegó, pero muy tarde. Las 218 escuelas de enseñanza básica que están catalogadas de “insuficientes” por la Agencia de Calidad de la Educación, y que arriesgan cerrar sus puertas en 2021, están siendo asesoradas por el Mineduc a través del Plan Escuelas Arriba, para mejorar sus resultados. Pero antes de eso, estuvieron 26 meses sin recibir un apoyo focalizado.
Así lo afirman desde el ministerio, donde dicen que desde que los colegios fueron categorizados de “insuficientes”, en diciembre de 2016, hasta la creación del
programa, en febrero de este año, no existió ninguna ayuda, pese a que la Ley de Aseguramiento de la Calidad ordena al Estado entregar ese apoyo especial.
Raimundo Larraín, jefe de la División de Educación General (DEG) del Mineduc desde febrero, asegura que Escuelas Arriba “es el primer programa de apoyo focalizado en estas escuelas” y que en esos 26 meses “no se generó
ningún programa exclusivo” para estos casos.
¿Por qué no se hizo antes? Juan Eduardo García-Huidobro era jefe de la DEG entre
2016 y 2018, y confirma que no hubo un plan especial para estos colegios, que en
total llega a 60 mil escolares.
Pero asegura que sí se les dio “un apoyo sistemático, que se les daba desde los Departamentos Provinciales, y se buscaba apoyar con más fuerza a las escuelas con más problemas”.
Y José Palma, quien fue jefe de la DEG el año pasado, cuando fue ministro Gerardo Varela, corrobora que no hubo un plan especial. “A esas escuelas se les entregó
herramientas, pero no estaban estos productos específicos, que fueron diseñados
en 2018 y se hicieron con el presupuesto 2019”, plantea.
¿Hay que revisar la ley? Si bien la ley no especifica cuándo el Estado debe cumplir con su obligación de entregar apoyo, los expertos dicen que es cuestionable que
la ayuda llegue tan tarde, ya que pone en riesgo la continuidad de las escuelas.
Para Denisse Gelber, investigadora del Centro de Justicia Educacional de la
UC, la ayuda no solo llegó tarde, sino también fue insuficiente. “Cuando la vulnerabilidad es alta, también se necesita apoyo en la salud, en materia nutricional, de seguridad ciudadana y otras.
Se necesita un apoyo intersectorial”, dice. Por eso recomienda reconsiderar la ley “para mantener un proceso de apoyo sin cerrar las escuelas, porque tampoco hay otras alternativas para esos niños que queden sin colegio”.
Lo mismo cree el ex DEG García-Huidobro, para quien “tras la idea de cerrar
la escuela está la suposición de que la responsabilidad de los resultados insuficientes es de la escuela, y no de otros factores, como la pobreza,
el aislamiento y la inmigración”. A su juicio, hay que revisar la legislación e impedir que los colegios sean clausurados.
En cambio, Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, plantea
que si un establecimiento tiene malos resultados es mejor cerrarlo, por el bien
de sus escolares. Sin embargo, critica que no se hayan destinado recursos antes
para evitar esta situación.
“Cuando se establecieron las categorías de desempeño, la idea era conocer las
deficiencias de las escuelas y focalizar los recursos en los colegios que más los requerían. Y en ese segundo paso estamos al debe, porque nunca antes se realizó un plan efectivo para apoyar a estas escuelas”, comenta.