APRENDIZAJE EN RED: LA NECESIDAD DE AVANZAR HACIA LA COLABORACIÓN

Aprender en red se ha transformado en un desafío clave para los sistemas educativos que desean avanzar hacia el mejoramiento. La estrategia de fortalecer redes de colaboración entre establecimientos educacionales ha sido el foco de muchas políticas educativas, incluida la estrategia de Redes de Mejoramiento Escolar (RME) promovida por el Ministerio de Educación de Chile. Por eso, un estudio coordinado por el MINEDUC y UNESCO, liderado por académicos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y conducido por investigadores del CIAE de la U. de Chile y de otras universidades, buscó identificar las fortalezas y oportunidades, condiciones de trabajo y prácticas desarrolladas en 10 redes de mejoramiento escolar ubicadas en 5 regiones del norte, centro y sur del país.

Las Redes de Mejoramiento Escolar (RME) responden a una estrategia nacional conducida por el Ministerio de Educación para apoyar a escuelas y liceos. Tienen como objetivos principales promover la colaboración y la reflexión colectiva, permitiendo compartir prácticas exitosas y analizar trayectorias de cambio tanto al interior como entre los establecimientos. El libro “Aprendizaje en Red: Fortaleciendo la colaboración en contextos de competencia” (Ril Editores, Santiago de Chile, 2020) presenta los principales resultados de un estudio de casos desarrollado el año 2016 sobre la instalación de las RME en Chile.

El libro revela una serie de aprendizajes y recomendaciones para el desarrollo de redes educativas sustentables y concluye que el aprendizaje en red implica transitar de una visión del mejoramiento escolar a nivel individual, “hacia una comprensión del mejoramiento como una práctica sistémica, incluyendo distintos niveles (escuela y liceos, sostenedores y ministerio)”. Ello supone reflexionar respecto a la escuela que queremos y cómo ésta se vincula con su entorno local y nacional, explican los autores. En este estudio se identificaron dimensiones que influyen en el funcionamiento y aprendizaje de las redes, tales como el contexto sociohistórico y cultural de la red, el desarrollo de su capital profesional y si estas tienen una orientación a generar prácticas innovadoras o a mejorar el trabajo que ya se encuentran realizando.

Principales resultados

El estudio destaca la importancia de considerar tanto las condiciones del sistema y territorio en que se insertan (contexto, capital profesional) como la forma en que funcionan las RME internamente (procesos, organización y orientación) para asegurar que un trabajo en red exitoso. Durante el proceso de instalación, las RME han tenido énfasis diferentes, que los autores clasifican en tres tipos de procesos:

  • Procesos informativos: redes que se caracterizan por transferir y analizar la política educativa nacional con sus miembros y desarrollar capacidades técnicas para su implementación.
  • Procesos colaborativos: destacan por socializar prácticas exitosas o innovadoras desarrolladas en sus establecimientos y por compartir las lecciones aprendidas a partir de la implementación de dichas prácticas.
  • Procesos cooperativos: definen objetivos en común y realizan acciones que se desarrollan de manera colectiva entre los miembros de las redes.

A partir de esos hallazgos, la investigación destaca aprendizajes y recomendaciones para el desarrollo de redes sustentables, de las cuales destacan dos dimensiones:

1) Profundidad e indagación. El libro concluye que se requiere construir indicadores que permitan hacer seguimiento y evaluar la profundidad de las redes escolares, es decir, identificar cómo el trabajo en la red influye en los establecimientos y en sus aulas. Sólo algunas redes de este estudio presentan una metodología clara para guiar y conectar el trabajo en red con sus establecimientos, por ello se requiere definir e implementar metodologías que les permitan fortalecer su profundidad, donde sus participantes puedan diseñar proyectos innovadores, realizar acciones en conjunto y analizar sus resultados, como la indagación colaborativa en red (Pino-Yancovic, González y Ahumada, 2018).

2) Liderazgo en red. Es relevante avanzar en una definición clara sobre el rol de los sostenedores en las RME estudiadas, desarrollar capacidades de liderazgo en red en coordinadores y generar espacios de formación para que se promuevan proyectos colaborativos entre establecimientos.

Los autores afirman que es necesario fomentar y construir un mejoramiento desde un enfoque sistémico, que no se limite a establecimientos individuales. Para ello, es clave fomentar políticas y estrategias que superen la lógica de la competencia, donde primen la corresponsabilidad, los procesos colaborativos y cooperativos, de modo de apoyar a las escuelas y liceos para enfrentar en conjunto los desafíos del sistema escolar.◄

Referencias: Pino-Yancovic, M., González, A. y Ahumada, L. (2018). Indagación colaborativa: Elementos teóricos y prácticos para su uso en redes educativas. Informe Técnico Nº 4. LIDERES EDUCATIVOS, Centro de Liderazgo para la Mejora Escolar: Valparaíso, Chile.

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